miércoles, 7 de marzo de 2012

La izquierda y las clínicas abortistas cargan contra Gallardón

En palabras del socialista valenciano José Luis Abalos, su discurso hace pensar que al ministro "le gusta arrancar aplausos de su grupo subiendo el tono conservador de su discurso", a modo de "reconciliación" de quien fue el "hijo pródigo" del PP. 
Gallardón ha respondido en el Pleno a una pregunta de la socialista Angeles Alvarez y sus palabras ha convertido Internet en un foro alternativo de réplicas, no sólo por parte del PSOE sino también de otros grupos de izquierda. Para el portavoz de IU, Cayo Lara, que Gallardón denuncie "una presión social que lleva a las mujeres a abortar" es "como si Fátima Báñez denunciara presión social que obliga al paro". 
"¿De verdad creímos alguna vez que Gallardón era un político centrado?", ha escrito la exministra socialista Leire Pajín, mientras el diputado del PSC Alex Sáez ha querido ver al ministro en plena 'competición' con el titular de Educación, José Ignacio Wert "por ser el ministro más duro y ultraconservador del gobierno". "Se admiten apuestas. Voto por Gallardón", ha remachado. 
En esa idea ha abundado también la vicepresidenta socialista del Congreso, Teresa Cunillera, que ha recordado que el hoy ministro "se hizo famoso como el centrista del PP". "`Cómo serán los de derecha pura y dura!". "Ha salido el verdadero Gallardón! Indignante", ha resumido la diputada y dirigente María González, que ha espetado al ministro que las mujeres no necesitan "padres-Ministros sino garantías y derechos". 
"Gallardón ha dicho que penalizar el aborto es liberar a las mujeres de la presión social que las obliga a abortar, `vivan las cadenas!", ha escrito el diputado y miembro de la dirección federal Juan Moscoso. La idea de 'liberar' a las mujeres ha indignado también a la madrileña Delia Blanco, que además ha acusado al ministro de "tergiversar" los conceptos de la violencia de género para luego "mezclarlos deliberadamente" con el aborto. 
La exministra Cristina Narbona ha centrado sus críticas en la intención del Gobierno de recuperar el consentimiento paterno en el caso en el las jóvenes de entre 16 y 18 años embarazadas: "No parece preocupado si hay padres que obliguen a sus hijas a abortar.. ¿O es q cree q todos los padres obligaran a lo contrario?", se ha preguntado. 
Para Susana Ros, diputada por Castellón, un Gallardón "en estado puro" ha dejado claro que la función de la mujer se reduce "a su función reproductiva". "Malos tiempos para las mujeres", se ha lamentado la cántabra Puerto Gallego mientras la alcarreña Magdalena Valerio ha cargado contra el "supuesto 'progre' del PP": "Ha estado totalmente 'sembrado'". 
Entre los diputados socialistas varones también ha habido críticas. "Resumen de las ideas de Gallardón: las españolas embarazadas están presionadas por los socialistas que las empujan a abortar. Acabáramos!", ha resumido el pacense Ignacio Sánchez Amor, mientras el 'número dos' del Grupo Socialista, Eduardo Madina, ha vaticinado que se acerca una "edad del hielo" para los derechos de las mujeres. 
"El padre de Gallardón era progresista en materia de aborto.... madre mía... lo que acaba de decir este ministro de justicia sobre las mujeres", ha dicho el burgalés Luis Tudanca. 
Desde los grupos minoritarios, la diputada del BNG Olaia Fernández Davila ha ironizado con que es a Gallardón al que "hay que poner a parir" porque ha mostrado su "verdadera cara", "la del político más reaccionario de los últimos tiempos". Fernández Dávila ha subrayado que la actual ley protege por igual a las mujeres que quieren ser madres y a las que deciden no serlo. "No ejercer violencia contra las mujeres es garantizarle su derecho a decidir ser libres e independientes". 
Desde ICV, Laia Ortiz se ha preguntado si luchar contra la discriminación y la "violencia estructural" que ha denunciado el ministro debe implicar "recortes y reforma laboral. "La respuesta de Gallardón sobre el aborto es el reflejo de la derecha más reaccionaria ante los derechos civiles", opina también el diputado de IU Alberto Garzón. 

Clínicas abortistas
Por su parte, la Asociación de Centros Acreditados para la Interrupción Voluntaria  del Embarazo (ACAI) respondió este miércoles al Ministerio de Justicia  que “obligar a una mujer a continuar con un embarazo no deseado es un  acto de violencia tan grave como tratar de impedirle  que continúe con  una gestación buscada y deseada”, pues en ambos casos se genera  “morbimortalidad (muerte y enfermedad)”. 
De este modo, ACAI criticó las declaraciones del ministro Alberto  Ruiz Gallardón en las que opinaba que hay una violencia de género  estructural que obliga a abortar.   
“Penalizar legislativamente la libre decisión de una mujer, como  pretenden desde el Ejecutivo (del Partido) Popular, nos situará en la  cola de Europa, proyectando una imagen represora de un país que no  respeta la libertad e individualidad de sus ciudadanas”, destacó ACAI. 
A su juicio, “una mujer que desea interrumpir su gestación lo hará  en cualquier circunstancia”, aunque desde luego todo apoyo al embarazo  deseado es bienvenido para ACAI, agregó. 
Por ello, insistió en que “las únicas iniciativas que frenan la tasa  de abortos provocados son la educación sexual, el acceso a métodos de  contracepción y las estrategias preventivas dirigidas a colectivos  vulnerables”. “Lamentablemente son medidas que, a la vista de sus  políticas, no parece dispuesto a promover el Ejecutivo”, concluyó.