jueves, 4 de octubre de 2012

Enseñanza diferenciada: involución o futuro


¡Alto a los prejuicios sexistas en la escuela! Podría ser una consigna para reformar la escuela en Afganistán o en la India, pero en realidad se refiere a la escuela en Francia, y es el titular de un artículo firmado conjuntamente por el ministro de Educación, Vincent Peillon, y la ministra de los derechos de las mujeres, Najat Vallaud-Belkacem (Le Monde, 27-09-12).
La enseñanza en Francia ha buscado siempre asegurar la igualdad de oportunidades y entre los sexos. Estos ideales fueron invocados también cuando en 1975 la enseñanza mixta se adoptó como principio organizador en la escuela pública, aunque en realidad también se impuso por la insuficiencia de locales y profesores ante el avance de la escolarización en esa época.
Casi cuatro décadas después, los dos ministros constatan: “Ni la igualdad jurídica, ni la enseñanza mixta han bastado para abolir el distinto modo de mirar a los chicos y chicas, ni la construcción sexuada de los itinerarios escolares ni las violencias sexistas en la escuela”. Un severo diagnóstico. Por lo visto, mezclar chicos y chicas no basta para asegurar la igualdad. “La escuela está lejos de ser neutra desde el punto de vista del género”, aseguran los ministros.
La desigualdad más patente en los últimos tiempos es que a los chicos les está yendo peor. Las chicas tienen más éxito en los exámenes y, en cambio, entre los chicos es mayor el fracaso escolar y el abandono prematuro de los estudios. El 76,6% de las chicas francesas obtienen el título de bachillerato frente a un 66,8% de los chicos.